Actualmente, tras la llegada de la COVID -19 a nuestras vidas, los purificadores de aire pueden ser una opción para ayudar a depurar el ambiente de bacterias, partículas o virus. Un purificador de aire es un aparato muy parecido a un aire acondicionado pero cuya misión es la de devolver un aire más limpio al que atrapan.

Para retener estas partículas, primero capturan el aire del ambiente empleando un ventilador y después de atravesar un sistema de filtrado donde quedan atrapadas las impurezas, el aire vuelve al hogar.

Compuesto por filtros que permiten eliminar la contaminación ambiental de polvo, pelos de los animales, humo o polen. Es un mecanismo que cuenta con múltiples beneficios para personas que padecen asma o alergias. La recomendación es buscar modelos que dispongan de filtros HEPA (High efficiency Particulate Air).

Para que un filtro pueda denominarse HEPA tiene que satisfacer unos estándares, es decir, deben atrapar todas las partículas iguales o superiores a 0.3 micras de diámetro con el 99.97 % de efectividad.

El estándar europeo EN 1822-1:2009 define varias clases de filtros HEPA en función de su grado de retención.

A continuación, os indicamos algunos consejos para saber cómo escoger el más apropiado:

1. Cómo de grande es la estancia. Conocer los metros cúbicos de la estancia cuyo aire queremos purificar es fundamental, para ello basta con calcular su volumen, es decir, la superficie multiplicada por la altura.

Es importante conocer este dato para poder dimensionar nuestras necesidades de purificación, de modo que no nos quedemos cortos o invirtamos más de lo necesario.

2. En general, cuantos más metros cúbicos tengamos que cubrir, más potencia necesitaremos. La potencia suele darse en función del caudal de aire depurado por unidad de tiempo.
3. Es importante no pasar por alto este aspecto, ya que el purificador va a estar operativo en nuestro hogar continuamente y en ocasiones cuando estemos durmiendo. Merece la pena comprobar el ruido generado buscando los más silenciosos. Lo ideal para dormir es que sea inferior a 30 dB.

Otros factores a tener en cuenta.

1. Cómo se manejan y si son programables. Los modelos más básicos se suelen programar desde el propio aparato, pero los podemos encontrar también programables y con mando a distancia.
2. Con sensórica para que funcionen de manera autónoma, detectando variaciones en la calidad del aire.
3. Que dispongan de tecnologías extras que complementen la purificación de los filtros HEPA como la ionización, el carbón activo o la luz ultravioleta.
4. La frecuencia de sustitución del filtro ya que la vida útil de un filtro HEPA es limitada.

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